21.09.2014 08:04
Pablo La Tapí
Pensador profundamente humanista, tenía la firme creencia de que “toda persona posee una dignidad especial que la hace fin en sí misma”. Por ello, Don Pablo fue un fiel promotor de los derechos humanos (debido a esta dignidad especial, decía, es que “ninguna persona puede ser utilizada como medio, ni reducida a instrumento, ni esclavizada ni explotada por otros hombres”). Fue esta convicción la que lo llevó en 1985 a fundar, junto a José Sotelo y sus respectivas esposas (María Matilde Martínez y Sylvia Schmelkes), la Asociación Mexicana para las Naciones Unidas, A.C. (AMNU), la cual inició con un proyecto de educación en la formación de valores a favor de los Derechos Humanos, lo cual sigue siendo a la fecha uno de los objetivos fundamentales de la Asociación.
Pionero de la investigación educativa multidisciplinaria, es impulsor, voz crítica y referencia obligada en el desarrollo y calidad de la educación en México.
Es maestro, investigador, escritor, consultor del sector privado y asesor de varios secretarios de educación pública, y formador de investigadores de la educación
Pablo Latapí Sarre, no sólo dirige su quehacer de investigador a este campo educativo, también lo hace sobre la problemática indígena, sobre los derechos humanos, la vida pública y sobre las prácticas sociales, desarrollo social, formación de la ciudadanía, la iglesia.
Es un investigador que ha incursionado en el campo de la filosofía y la axiología; los problemas de la educación superior; la elaboración de planes institucionales, y la promoción de proyectos rurales de educación. No obstante la profundidad con que Pablo Latapí aborda los problemas de la educación, narra que le faltó contacto más directo con la educación indígena. Para él no sólo era un imperativo profesional el tener un contacto mayor con la realidad, sino un imperativo “valoral” o ético, con esa congruencia que lo caracteriza se fue en febrero de 1983, por seis años, a trabajar con las comunidades campesinas de Querétaro, de esta experiencia, él reconoce que lo marcó profundamente, porque eran modos de actuar, formas de concebir el tiempo y maneras de entender las ocupaciones, costumbres muy distintas a las suyas, por eso en sus escritos pone énfasis en que los grandes problemas de la educación en México se deben enfrentar con una buena política educativa que se fundamente con un conocimiento cabal de la realidad. La política educativa para el doctor Latapí, tiene que ver con el futuro de las nuevas generaciones.

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